El taxi me llevo
apurado sin hablar al destacamento y me dejo en la puerta de atrás.
Llovía y las viejas
paredes grises del cuartel se ocultaban entre la espesa niebla, el frio
repentino esfumo’ el cálido recuerdo del encuentro amoroso y me impregno’ de
miedo e incertidumbre ante este nuevo destino.
Un portón de metal vigilado daba a una playa
de estacionamiento, el guardia me detiene y para mi asombro me deja pasar con
solo mencionar mi nombre.
Atravieso el estacionamiento donde había dos patrulleros
estacionados y entro por la galería angosta y obscura del viejo edificio.
Avanzo por ese pasillo
oscuro y juro por Dios que sentí la presencia de alguien siguiéndome, como una
respiración profunda y maldita pero mi cuerpo estremecido de terror no
consiguió darse vuelta para ver, solo un impulso ferviente me golpeaba en el pecho
y aceleraba mis pasos hasta llegar casi hasta el final del largo pasillo.
Paso frente a dos
puertas cerradas y en la tercera a la derecha puedo ver un salón que podría ser
un aula de un viejo colegio, donde un pizarrón en el frente, algunos gráficos,
y algunas fotografías completaban el decorado.
Sobre una tarima
despintada que emitía suaves quejidos de madera crujiente como si fuera un
profesor importante se encontraba el Inspector Abarca poniendo al tanto del
caso a sus subordinados.
Sentados en pequeños
escritorios individuales tres tipos informales mal vestidos, con pelo largo y aspecto
extraño tomaban nota atentamente
Al acercarme a la alta
puerta vidriada, Abarca percibe mi presencia y gesticula invitándome con su
mano a que pase.
Entro sigilosamente y
me siento en uno de los escritorios tratando de pasar desapercibido como un chico
que llega tarde a la clase
Abarca hace una pausa
en su disertación y me presenta informalmente: -Sres este es Pedro Salguri el
testigo que les hable’, el que encontró’ los nefastos testimonios de Izza
A continuación me
señala los sujetos e introduce sus apellidos – Spasky , Farrugia, y Gascon.los
tres me saludan informalmente con un gesto apenas amigable sin emitir ningún
sonido.
Abarca envuelto en un
aire de seriedad y preocupación continua con su exposición:
“Como Podemos ver
estamos ante un psicópata narcisista y sádico que tiene como rehén secuestrada
al menos una mujer joven.
La ha secuestrado con
el solo motivo de su gratificación a través del miedo y del dolor, sabemos que
estos psicópatas terminan matando a sus víctimas y como la única información
que contamos son los aparentes relatos de la propia víctima en un confuso
diario que el sujeto obliga a escribir como parte de su satisfacción y para
tormento de la víctima, sospecho que también tiene la intención de desafiar a
la autoridad de ahí esta perversión exhibicionista de sus horrendas acciones.
Por último, sospecho
que el infortunado hallazgo del diario por parte de nuestro único testigo el
ciudadano Pedro Salguri no fue casual sino planeado cuidadosamente por el
delincuente.
Nuestro testigo ha sido
cuidadosamente escrutinizado por diversos interviews conducidos por mí y por la
Dra Short y sus testimonios han sido verificados por hechos aislados de
oficiales locales, por ejemplo, el auto denunciado por el sr Salguri ha sido
visto en la zona algunas noches de niebla y un sujeto de apariencia siniestra
similar al descripto ha estado merodeando las inmediaciones de la estación
Roland el día en que el Sr Slaguri encontró el susodicho diario.
Sospechamos de alguien
marginal que se instaló en la zona no hace mucho con el objetivo de cometer
estas atrocidades, no sabemos cuántas ha cometido antes o cuantas planea
cometer, una vez instalado en el área se mueve como local sin muchos contactos sociales
en algunas de las zonas marginales de difícil acceso y que le permite
permanecer aislado y oculto.
El hecho de que nadie
haya reportado la desaparición de la víctima nos lleva a varias hipótesis.
Se trata de una chica
sin contactos familiares, pudiendo ser alguien que tiene sus familiares más
cercanos fallecidos o que perdió’ contacto con ellos ya sea por abandonar el
hogar familiar o haber sido víctima de un previo secuestro o hecho delictivo
donde se pierde el rastro.
Esto es solo
especulación porque solo nos basamos en denuncias de secuestro o desaparición
de las áreas locales no estamos haciendo un sondeo a nivel nacional o
internacional
Me inclino a pensar que
se trata de una mujer que ha sido seguida y estudiada cuidadosamente por el predador
y seleccionada sabiendo que su ausencia seria reportada a corto plazo.
Todos tenemos un lazo
con la sociedad, nadie anda por la vida absolutamente solo, deberá’ haber por
ahí compañeros de trabajo, o estudio, alguna amiga o algún novio
o novia, a veces estos tardan más en preocuparse debido a circunstancias de la
vida….
-Abarca
interrumpe su exposición y se queda mirando hacia la ventana con una sonrisa
boba.
El ambiente gris,
pesado y preocupante se tornó’ repentinamente agradable, ella ilumino la
habitación con su presencia despertando los átomos como a una blanca aurora,
nuestros sentidos se encontraron entonces perturbados por una intoxicante
mezcla de un olor a jazmines
moriscos, y café recién molido.
Vestía un hermoso
vestido blanco de gasa con una falda muy corta, sus cabellos rubios sueltos y ondulados complementaban su sonrisa
esplendida y diáfana.
En su mano derecha portaba una jarra humeante
de café y en su mano izquierda una bandeja con facturas.
Ante el silencio cómplice del Inspector,
ella toma la iniciativa invitando a un pequeño intervalo.
-Alguien toma café? Traje facturas
y detrás de la cortina tenemos un heladerita con leche fría, sírvanse por favor…
tengo la impresión que se acercan horas muy largas, vamos a necesitar energía.
Las nubes
pesadas comenzaron a abrirse y un endeble rayo de esta vacilante luz matutina
penetraba suavemente por la ventana de vidrio engrasado, Amanda clavaba con dulzura
sus ojos en mi hasta que sus pupilas me estremecían, me examinaba atentamente
buscando algún cambio culpable en mi expresión, y yo satisfacía su desconfianza
con un intenso rubor y la incapacidad para devolverle la mirada. Quizás
encontraba en mi timidez la seguridad de que mantendría mi discreción acerca
del fogoso encuentro reciente.
Aun así, me
parecía casi imposible conciliar esta imagen con la mujer que me amo’
desvergonzadamente hace una hora atrás.
Los muchachos se
abalanzaron sobre las facturas, Abarca coincidió’ conmigo en servirse un
pocillo de café negro sin azúcar, mientras la Dra se servía un largo y fino
vaso de agua fría del botellón de la heladera
No soy muy amigo de los
desayunos – me comenta Abarca- mientras termina su café ristreto con un sorbo
sonoro.
-Yo tampoco – le
conteste’ rápidamente.
-Bueno si no les molesta
voy a proceder a dar lectura a un segmento del diario del cual tienen ustedes una
copia en este momento en su escritorio a ver si se les ocurre algo.
Farrugia , Spasky y
Gascon
se sentaron rápidamente terminando su factura , aun sorbiendo nerviosos sus respectivas tazas de café y comenzaron a hojear las copias del espantoso
relato.